**Gabriel Soto e Irina Baeva: Una Historia de Amor de Telenovela en la Vida Real**
En medio de un mundo lleno de incertidumbre, Gabriel Soto e Irina Baeva han encontrado un refugio en su hogar de ensueño en Acapulco. La pareja, conocida por sus papeles en telenovelas, ha decidido abrir las puertas de su casa a *People en Español* y compartir cómo han fortalecido su relación durante estos tiempos desafiantes.
"Lo llamamos el templo familiar", dice Soto, de 45 años, refiriéndose a la casa de playa que pertenece a su familia. "Es el lugar donde encuentro mi centro. Es donde me reconecto conmigo mismo". Desde marzo, los actores han disfrutado de la tranquilidad que les ofrece este paraíso frente al mar, dejando atrás el ajetreo de la Ciudad de México.
En la edición de septiembre de la revista, la pareja muestra su hogar y reflexiona sobre cómo ha sido la vida en cuarentena. "Trabajamos en lo que llamo el 'triángulo de la vida', que es la conexión entre mente, cuerpo y espíritu", explica Soto. Además de meditar juntos, también dedican tiempo a hacer ejercicio, leer libros y relajarse junto a la piscina. "Hemos logrado encontrar paz", asegura el actor. "Disfruto estar con ella todo el tiempo".
Un Amor que Supera Obstáculos
La relación entre Gabriel e Irina no ha estado exenta de controversias. Desde que se conocieron en 2016 mientras grababan la telenovela *Vino El Amor*, han enfrentado rumores y críticas. Algunos acusaron a Baeva, de 27 años, de ser "la otra mujer" que provocó el divorcio de Soto con Geraldine Bazán, madre de sus hijas Elisa Marie, de 11 años, y Alexa Miranda, de 6. Sin embargo, Soto ha negado estas afirmaciones.
"No hubo una tercera persona involucrada", declaró a *Suelta La Sopa* en 2019. "Irina era mi amiga. Mi conciencia está completamente tranquila". A pesar del drama inicial, la pareja hizo pública su relación en enero de 2019 y desde entonces han demostrado que su amor es sólido.
Una Vida Familiar y Tiempo Compartido
La pandemia también les ha permitido pasar más tiempo con sus seres queridos. Los padres y sobrinos de Irina llegaron desde Rusia en marzo y no han podido regresar debido a las restricciones de viaje. Aunque inesperado, este tiempo juntos ha sido una bendición para la actriz nacida en Moscú. "Todo pasa por una razón", reflexiona Baeva. "No solemos tener tanto tiempo para disfrutar como pareja".
Por otro lado, Soto ha aprovechado este período para fortalecer su vínculo con sus hijas y mostrarle a Irina su faceta como padre. "Es un hombre muy generoso con su familia y amigos", dice ella. "Una de las mejores cosas que una mujer puede ver en un hombre es cuando es un gran papá".
Mirando Hacia el Futuro
Aunque ambos han tenido que posponer proyectos —como los estudios de inglés de Irina en Nueva York y los planes teatrales de Gabriel— esto no ha hecho más que consolidar su relación. La familia de Soto también ha acogido a Irina con los brazos abiertos, algo que ella valora profundamente estando lejos de su propio hogar en Rusia.
Después de dos años juntos, no descartan la posibilidad de tener hijos en el futuro, pero por ahora están disfrutando cada momento como pareja. "Nos estamos conociendo mejor como individuos y como pareja", concluye Soto. "Y seguimos avanzando con toda nuestra fuerza".
Para más detalles sobre Gabriel e Irina, busca la nueva edición de *People en Español*, ya disponible en los quioscos.